jueves, 17 de enero de 2013

Química Sexual

Báilame el agua.
Úntame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto.
Sácame de quicio, hazme sufrir...
Ponme a secar
como un trapo mojado.
Lléname de vida,
líbrame de mi estigma.
Llámame tonto.
Olvida todo lo que haya
podido decirte hasta ahora.
No me arrastres.
No me asustes.
Vete lejos...
Pero no sueltes mi mano.
Empecemos de nuevo.
Toca mis ojos.
Nota la textura del calor.
¿Por cuánto te vendes?
Píllate los dedos.
Y deja que te invite a un café.
Caliente, claro.
Y sin azúcar...
Sin aliento. 

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